Ciencia en diminuto

viernes, 19 de abril de 2013

H2O

El 75% de nuestro cuerpo al nacer y más del 60% en edad adulta está compuesto por agua. Si a eso le añadimos que el agua cubre el 71% de la corteza terrestre, podemos afirmar que Tierra y personas... ¡¡¡SOMOS AGUA!!!

Estamos acostumbrados a abrir el grifo y ver salir de manera inmediata un chorro de agua fresca a borbotones, pero para que esto suceda, es necesario que colaboremos con la naturaleza.No debemos olvidar que para que nosotros tengamos agua, hace falta que antes la naturaleza ponga en movimiento el CICLO DEL AGUA (pincha, juega y experimenta).

Gracias a este ciclo, el agua se transforma de un estado a otro: líquido, gaseoso y sólido, completando un viaje de nunca acabar. El agua que hoy bebemos, vemos caer del cielo y corre por los ríos y mares, es la misma que, en su momento, disfrutaron los dinosaurios hace miles y miles de años.

Pero el asunto es mucho más serio de lo que parece y es que la distribución del agua no sólo está en manos naturales, sino que nuestro papel es fundamental para su conservación y consumo.

En primer lugar, no podemos olvidar que la mayor parte de agua terrestre es agua salada, no siendo posible su consumo por las personas.

Si a este hecho le sumamos la contaminación que sufre el agua por la cantidad de productos químicos o basura que va a parar a ríos, lagos y mares o las consecuencias directas del calentamiento global en este ciclo...(pincha e investiga), estamos siendo testigos de una gran catastrofe ecológica, donde la supervivencia de la Tierra tal y como la conocemos está en juego.

Además, debemos recordar que sin agua no es posible que crezcan las plantas y sin plantas no tendríamos oxígeno para garantizar la vida en nuestro planeta.

¿SE TE OCURRE ALGUNA COSA QUE PUEDAS HACER TÚ PARA MATENER EL CICLO DEL AGUA NATURAL?

martes, 16 de abril de 2013

¡Juguemos a ser ASTRONAUTAS!

¿Quién ha soñado alguna vez con ser astronauta y ver la Tierra desde el espacio? Quien dice la Tierra, dice el Sol, la Luna, los otros planetas, sus satélites, los asteroides y demás cuerpos celestes. No hay duda de que aquello que nos es lejano, resulta siempre misterioso y despierta miles de preguntas.

Afortunadamente, la era tecnológica en la que vivimos nos ayuda a resolver algunas de estas cuestiones, ahorrándonos años de preparación (pincha e investiga) de tan exigente profesión.

Gracias a los satélites artificiales (pincha e investiga) que hemos lanzado al espacio desde 1957 (el primer satélite artficial era ruso y se llamó Sputnik 1), podemos estudiar el espacio sin salir de la Tierra. ¿Sabías que el GPS y la previsión metereológica usan satélites artificiales para informarnos por dónde ir o qué tiempo va a hacer?

¿Te atreves a emprender tu propia misión espacial? Comienza la cuenta atrás: 5, 4, 3, 2, 1...
¡¡¡A OBSERVAR!!! (pincha en los dos enlaces e investiga)

La Tierra desde el espacio.

Los fenómenos de la atmósfera en tiempo real.

De todos modos, SI TU SUEÑO ES SER ASTRONAUTA, ¡¡¡NO DESISTAS Y EMPIEZA CUANTO ANTES!!! tal y como explica este artículo y el vídeo lanzado desde la NASA (idioma: inglés) (pincha e investiga).

lunes, 15 de abril de 2013

¡El tiempo está loco!

Una de las conversaciones más frecuentes es la que mantenemos sobre el tiempo que hizo, hace o va a hacer. Si llevásemos la cuenta sobre cuántas veces hablamos de él a lo largo del día, seguramente ¡nos sorprenderíamos!

En todas estas conversaciones es habitual escuchar frases como: "antes nevaba más", "cuando yo era joven, no hacía tanto calor", "hace un viento...que la sensación térmica es de tres grados menos" o "el tiempo está loco: unos días hace mucho calor, otros mucho frío". Y es que para hablar del tiempo, hacemos referencia a tres cosas para describirlo: la temperatura (calor o frío, en todos sus grados), las precipitaciones (lluvia, granizo, nieve,...) y el viento (brisa, vendaval, huracán,...).

Pero ¿por qué a este tiempo se le llama ATMOSFÉRICO? Esto se debe a que hace referencia a todos los fenómenos que ocurren en nuestra atmósfera terrestre (pincha e investiga), que es la capa que protege a nuestro planeta de los rayos del Sol y de los meteoritos.

Cada día el paisaje humanizado gana la batalla al paisaje natural y la atmósfera está sufriendo las consecuencias, como, por ejemplo, el conocido CALENTAMIENTO GLOBAL.